miércoles, 16 de julio de 2014

Mamar, lactar: algo más que nutrir


  Mamar es sacar leche de los pechos, lactar es un sinónimo, aunque también significa criar con leche. La lactancia puede ser materna o natural, y en segundo lugar "artificial", siendo la más extendida la realizada desde fórmulas derivadas de la leche de vaca, tratándose por tanto de una nutrición artificial pediatrica mediante leche de vaca modificada.

  Ambas formas de lactar, que no de mamar que hay sólo una, se emplean desde la antigüedad. Tradicionalmente cuando no se podía o quería amamantar a un hijo se buscaba a una madre de leche, nodriza o ama de cría para asumir esta función. Si esta opción no era posible, porque no hubiese o por imposibilidad económica se recurría a la leche del mamífero con mejor reputación cultural : vaca, oveja, cabra, camello, etc. Esta era la segunda opción porque ya se sabía que era peor.
  El término lactancia "artificial" se originó más tarde, durante el siglo XIX tras inventarse la leche de vaca en polvo y poder así conservar el excedente que se desaprovechaba año tras año. Posteriormente, Henri Nestlé populariza mundialmente su uso para complementar y sustituir la lactancia natural. Simultáneamente se perfeccionaron los biberones en el modelo que ha llegado hasta nuestros tiempos. La nutrición artificial pediatrica llegó a estar tan de moda, y fue tan recomendada por medicos generales y pediatras, que en las décadas de los años 60 y 70 del pasado siglo amamantar a niños a partir del segundo o tercer mes de vida se convirtió en algo excepcional. Ahora, la digestión de aquellas "leches" en atracones de biberón pasan factura a generaciones azotadas por la obesidad y sus consecuencias.


  La lactancia natural conlleva a 3 mecanismos beneficiosos:
1. Soporte nutricional para cubrir todas las necesidades del lactante. Es indiscutible que leche humana es el mejor alimento que puede recibir un niño.
2. Es la base física del vínculo psicoafectivo madre-hijo.
3. Aprendizaje de la fase inicial de la conducta alimentaria.

  Lo anterior justifica que haber sido amamantado durante la infancia frente a ser criado con nutrición artificial pediatrica en biberón se relacione con menor riesgo de desarrollar enfermedades en el periodo infantil, pero también luego, cuando se llega a adulto:

Enfermedades periodo infantil:
- infecciones, especialmente digestivas y respiratorias.
- alergias alimentarias.
- obesidad infantojuvenil.

Enfermedades periodo adulto:
- obesidad.
- diabetes (tipo 1 y 2).
- hipertensión arterial.
- alteración de las grasas de la sangre.
Notese que las 3 últimas son, en su mayoría, consecuencia de la primera.
- enfermedad celiaca.
- alergias alimentarias.

  Ningún fármaco ha demostrado reducir tanto el riesgo de tantas y tan diversas enfermedades como el haber sido amamantado durante una etapa prolongada de la infancia. Tanto es así, que en los centros sanitarios más desarrollados se vuelve al concepto de nodriza, mediante los bancos de leche materna.

  La relación de la obesidad con la nutrición artificial pediatrica se basaría en los siguientes mecanismos:
1. la falta de una maduración progresiva de los sistemas de regulación del hambre-saciedad y la sed, con la pérdida de la sensibilidad en la regulación del punto de saciedad.
2. la predisposición a la preferencia por sabores más dulces y/o salados.
3. la mayor composición de grasas y proteínas de las fórmulas artificiales estimula la secreción en el bebe de diferentes hormonas implicadas en el desarrollo de obesidad.
4. la ausencia de hormonas maternas en las fórmulas artificiales que inhiben el apetito.

  Lo anterior, sumado a la metodología en la forma actual de alimentar con biberón explicarían que el niño amamantado de forma prolongada este protegido frente a la obesidad. El bebe alimentado con fórmula en biberón come si o si cada vez que le toca (por horas) hasta que se lo termine, si es posible. El amamantado come cada vez que lo precisa, deteniéndose cuando no necesita más. Imagine que cada 3 ó 6 horas le meten en la boca un litro de bebida caliente, y no se lo quitan hasta que lo acaba, y esto durante 6 meses seguidos, insoportable, ¿verdad?

  Ante todo somos mamíferos, así que madres: amamanten a sus hijos, ahora resulta que sigue siendo bueno y evitarán desde el inicio que acabe teniendo un serio problema de peso.

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